lunes, 4 de septiembre de 2017

Artículo sobre el vídeo "Danza y espiritualidad"



La musicoterapia oriental y el giro sufí.
Hace unos años, asistí a una sesión de SEMA ( ceremonia de giro sufí con músicos en directo)
La sesión se llevó a cabo en el centro Rubayat en Málaga, organizado por Svetlana Luz e Ignacio Béjar.  
Los músicos eran los integrantes del grupo originario de Turquía, Tümata, estraordinarios especialistas en la música oriental turca y sus efectos terapéuticos. 
Una de las bailarinas, nos enseñó la técnica del giro y tras la primera meditación, fuimos saliendo todos a girar de manera alternada. 
Recuerdo que al principio, me sentí mareada, desconcertada, con ganas incluso de devolver, pero poco a poco esta desagradable sensación fue desapareciendo. 
Tras varios periodos alternando giro, descanso y meditación, mi cuerpo, mente y espíritu se unió procurándome una de las experiencias místicas más bellas que jamás he experimentado: la conexión con el todo. 
Empecé a girar, mi cuerpo seguía el ritmo y la melodía de una forma armoniosa de ahí el momento en el que empecé a disfrutar. Mi alrededor, que hasta entonces se manifestaba con formas y puntos coloreados, tomaron una forma única: la de anillos coloreados. Ya nada estaba aislado, todo formaba parte de un todo unido. Una magnífica sensación que me hizo entrar en una especie de trance placentero que me dejó un estado duradero de expansión de la conciencia. 

Esa fue la primera vez que experimenté el giro. Una verdadera maravilla. 

Fue algún tiempo después cuando experimenté de nuevo el giro sufí, pero ya no de la mano de aquellos experimentados musicoterapeutas, sino con la maestra de danza persa y fusión contemporánea Myriam Pérez, en Alicante en el centro de retiro de Sierra Aitana, organizado por la bailarina Esther Asensi .
En este curso experimenté la belleza estética del giro, sirviéndome de igual modo dicha danza, para reconectar con mi esencia y la unidad conel todo. 

La danza es y ha sido desde siempre, un modo de conectar con la espiritualidad.
De hecho, es de saber que la danza, en sus orígenes, tuvo una función religiosa a través de la cual, se hacían ofrendas o invocaciones a las divinidades de las culturas antiguas. 

Desde esntonces, y tras mis investigaciones llevadas a cabo a raíz del diploma que cursé en Madrid de Danza étnico-Contemporánea con especialidad de danza Fusión oriental, la danza es para mí ahora más que nunca, un medio para conectar y desarrollar mi espiritualidad. 

En otro artículo hablaremos del Sufismo. 

Agradecidísima.  

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